Engranajes
somos engranajes y jirones que alguien araña desconsolado
arrancados de la nada como un niño
del vientre de su madre
precipitados con violencia y sin pedir permiso
a la vida
Obligados a transitar malviviendo y subyugados siempre
unas aceras cubiertas de colillas chicles y papeles
que construyen poco a poco nuestra propia destrucción
Desde que nos levantamos de la cama hasta que volvemos a ella
cavamos nuestra tumba con las manos de nuestros padres
hijos
y hermanos
Caminamos vendados de ojos y sin lázaro conocido
a nuestro propio e inevitable
precipicio.
Y lo llaman destino
como si nosotros
no hubiésemos forjado generación a generación
la tempestad que nos asola
disfrutando
incansablemente
de la maldita paz que la precede.
Nacimos llorando y moriremos riendo ante nuestra adquirida
e incontenible
extinción.
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