Casualidad,
casualidad,
casualidad.
Olor a pólvora en las sábanas.
Casualidad.
Despertar con el rímel corrido y los restos en tu pecho.
Casualidad
Casualidad.
Casualidad
Choque brutal de las olas contra la muralla.
El sol que llevaba tanto tiempo ahí arriba ha decidido apagarse,
el caos total,
ahora,
es el pan de cada día
que no tenemos para comer.
Casualidad.
Verte la cara e imaginar mil mapas que no entiendo
con destino a todos los lugares a los que queremos ir.
Nos regalaron las alas y el miedo a volar
aceptamos la derrota como daño colateral de la vida.
de la mano.
las hostias duelen menos.
Pero no por ello dejamos de sangrar
Casualidad
Entre tanto grito
revolucionario con la comodidad por bandera
poeta de pacotilla que escribe como si todo pudiese ser publicado
filósofos que no piensan
luego
por desgracia
existen.
Entre tanto grito
lo único que no me suena a risas enlatadas
es tu voz
Casualidad
Tus otras entradas me daban vida
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