viernes, 18 de marzo de 2016

Habéis  destrozado la poesía.
La habéis acribillado,
arrinconado,
prostituido.
La habéis vendido por cuatro duros.
Y no os ha durado nada ningún poemario.

La estirasteis hasta romperla para luego repartir sus pedazos.
Dime,
poeta,
si ese dolor que escribes no es tuyo
¿a quién se lo has robado?

Os ponéis en la piel ajena
sin haberos arrancado la vuestra jamás.
Queréis sangrar lo que otro ha sangrado,
queréis traducir los gritos del que no puede cerrar la boca,
creeis,
ingenuos,
que podéis soñar el sueño del que nunca se ha dormido.

Pero no.

Aún os falta mucha vuelta de campana
para narrar el accidente universal que es la poesía.

Habláis de amor.
De amor.
Con las manos vacías,
habláis de amor,
todavía sentados.
Inventáis hoteles,
camas,
inventáis por inventar vuestro dolor,
tratáis de crear y recrearos en la lástima que jamás habéis provocado
y con la cabeza bien alta
habláis de amor,
traidores.

Me siento y espero y pido perdón
si hay alguien que escucha
por lo que estáis haciendo.

Habéis destrozado la poesía
creyendo que la habíais rescatado
y es mentira.


La poesía estaba escondida
y no debió ser encontrada
nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario