Qué coño te pasa
que estoy llorando que no se habla con el corazón en la boca que las cosas duelen cuando duelen y no cuando queremos que lo hagan que para hablarme de dolor te quitas cinco años de hogar de encima que no te atrevas a juzgar mis actos sin haberte arrancado la piel a tiras para hacerle un abrigo a alguien con ella que no me vuelvas a llamar por mi nombre que es mío que suena fatal en tus palabras que no soy quién tú te crees que no sonrío por cortesía que no me río que estoy llorando joder y todo esto debería haberse acabado hace muchísimo tiempo que no tienes huevos a decirme que me vaya y por eso me voy que no sabes lo qué haces pero yo siempre sé lo que me estoy haciendo me estoy haciendo daño daño llevo dos años sosteniendo mi vida en pilares de vapor y ahora hago malabares con lo que me ha quedado de ella que sólo follo con hombres malos que no sé lo que es estar feliz no lo entiendes no sé lo que es estar feliz pero sé lo que es cuidar de una hermana enferma sé lo que es ver llorar a tu madre mientras acaricias la cabeza de una niña de diez años y le tapas los ojos porque hay cosas que nadie debería ver y yo las he visto todas que no colega que no me hables de dolor porque me he pasado noches prometiéndome que esa iba a ser la última que me he mentido más veces de las que puedas hacerlo tú así que ni lo intentes que no tienes ni puta idea de como soy porque no lo sé ni yo no sé hasta dónde soy capaz de llegar pero sí que me debo más a mí misma de lo que nadie pueda deber que no es sano que he cogido mis pedazos y he dicho maría tienes que levantarte joder tienes que levantarte que no me he dado tiempo ni a coger aire que qué coño te pasa para estar hablándome de principios a mí que daría la vida para que en este mundo ninguna niña volviese a llorar por personas como tú.
Dime, qué coño te pasa.
Este texto es de una fuerza sobrecogedora y electrizante. Me ha encantado encontrarlo y poder leerlo con calma. Alex lo recitó, creo que fue en el Catro a Catro, y de esa forma tan particular que tiene que se te mete bajo la piel y te deja electrizada. Ahora sé que María eres tú.
ResponderEliminarMi enhorabuena por el poema y porque hay que ser de verdad especial para inspirarlo.
Un saludo cordial.